Por RELACIONESABIERTAS
A medida que el poliamor (la idea de que lxs humanxs somos capaces de amar a más de una persona a la vez) va saliendo del closet y entrado a la conciencia estadounidense, lxs xadres poliamorosxs se están convirtiendo en el blanco de una nueva ola de prejuicio e ignorancia.
Aquellxs que fueron culturalmente programadxs y educadxs en la monogamia sexual desde que nacieron, suelen asumir que lxs xadres no monógamxs son pervertidxs sexuales que malcriarán e incluso tal vez abusarán a sus propixs hijxs. En el mejor de los casos, creen que las parejas que exploran el poliamor destruirán sus propios matrimonios, terminarán divorciadas y dividiendo a la familia.
La actriz, escritora y autora de Wide Open, Gracie X, es una de tantxs xadres poliamorosxs que intentan disipar el mito.
“El supuesto es que si rompés una regla, las vas a romper todas”, sostuvo Gracie en una reciente entrevista con Polyamory Diaries. “Estás ‘fuera de control’ y eso puede significarle un daño a lxs niñxs. Actualmente también hay otra conjetura relacionada: dado que nuestra sexualidad es una prioridad, somos xadres negligentes. Ninguna de estas suposiciones es cierta.”
Luego de veinte años, Gracie decidió que era tiempo de abrir su matrimonio. Asegura que el amar y el tener sexo con más de una persona la volvieron una mejor madre. Además, el tener cuatro adultxs criando a sus hijxs bajo el mismo techo, les ha dado a lxs niñxs un vistazo de la experiencia “tribal” de la que gran parte de la humanidad se ha estado perdiendo por miles de años.
El ama de casa feliz
“Fui criada por una elegante y coqueta madre de la era de Mad Men, divorciada dos veces, algo resentida, pero totalmente atinada al decirme lisa y llanamente ‘el sexo es la única cosa que te puede dar un hombre que te hará feliz’. El orgasmo femenino era un acto de orgullo y rebelión, era su sello feminista. ‘El mundo entero funciona para satisfacer a los hombres, necesitás asegurarte de que también te satisfagan a vos’”, escribe Gracie en su blog.
Gracie tomó el consejo de su madre muy a pecho (y se lo pasó a su propia hija). Como madre de dos niñxs sexualmente frustrada, sabía que tenía que atender sus propias necesidades para poder atender mejor las de sus hijxs. Amaba profundamente a su marido y eran muy compatibles como xadres y compañerxs de vida, ella solo quería más sexo y no quería tener que engañarlo o divorciarse para obtenerlo. Al final hizo lo que cualquier persona honesta haría y le dijo a su esposo lo que quería: otro hombre más.
“Hace unos años comencé a darme cuenta de que quería unx amante”, cuenta Gracie. “Hank y yo éramos mejores amigxs. Estuvimos casadxs por 25 años. Amaba a nuestrxs hijxs y a nuestra vida familiar juntos. Sin embargo, nuestra relación se había vuelto más de compañerxs de vida que de amantes”.
Finalmente, Gracie y su esposo encontraron otrxs amantes, convirtieron su casa en un duplex y lxs mudaron con ellos. Gracie y el segundo esposo vivían de un lado de la casa, mientras que el primer esposo y su pareja vivían del otro. Lxs cuatro adultxs se unieron para criar cuatro niñxs, dos de Gracie y dos de su nuevo esposo. Era su visión de un “felices para siempre” de las películas de Disney. Así pudo mantener a su familia intacta y al mismo tiempo revitalizar su vida sexual y la de su marido.
“En nuestra cultura, priorizar el sexo y la crianza de lxs hijxs está visto como una contradicción”, afirma Gracie. “La cultura es particularmente escéptica frente una madre en busca de satisfacción sexual fuera del matrimonio”.
Pero ella afirma que el tener más orgasmos le ha dado más energía para atender a sus hijxs. “Lxs niñxs no pueden ocuparse de las necesidades de lxs adultxs, pero a veces algunxs xadres recurren a sus hijxs para satisfacer sus necesidades y eso no es sano”, agrega.
El “Brady Bunch” que está de moda
Además de su energía sexual redescubierta, Gracie expresa: “tengo más recursos físicos y emocionales para darle a mis hijxs gracias a mi familia elegida”.
Una casa con cuatro adultxs significaba un hogar con cuatro ingresos, cuatro personas para ayudar en las tareas hogareñas y, por lo tanto, cuatro personas que no estaban tan ocupadas como para no darle a lxs niñxs la atención positiva que necesitaban.
También significaba cuatro conjuntos de habilidades diferentes y cuatro diferentes perspectivas para balancear las visiones de mundo de lxs niñxs. A la novia de Hank, Valerie, le gustaba llevar a lxs niñxs de excursión y caminatas por la naturaleza mientras que Gracie disfrutaba de ayudarlxs con la escritura (recientemente escribió una obra en conjunto con su hijx). Hank, arquitecto, ayudaba a lxs niñxs a decorar sus cuartos y construía muebles para la casa. Oz jugaba al ajedrez y resolvía rompecabezas matemáticos con ellxs.
“Lxs cuatro somos personas cariñosas e inteligentes y tenemos diferentes talentos. Estoy muy orgullosa de mi excepcional familia. El año pasado, unx de mis hijxs necesitaba ayuda extra con cierta materia del colegio. Unx de nosotrxs notó que algo a nuestrx hijx le estaba costando, otrx estableció un plan de estudio, otrx arregló un examen médico para descartar que hubiera un problema de vista, y unx últimx volvió la situación divertida proponiendo juegos de estudio. Si esto no es como una aldea en su mejor versión, entonces no sé lo que es”, escribe Gracie.
Además, Gracie cree que lxs xadres poliamorosxs son, en general, comunicadorxs particularmente efectivxs. Para tener éxito en el poliamor, la gente se ve forzada a revisar muchos problemas emocionales arraigados, y al hacerlo, se ven forzados a aprender a comunicarse.
Un método de comunicación muy popular en círculos poliamorosos se conoce como CNV o comunicación no violenta, el cual enseña a las personas a aceptar y acoger sus emociones negativas antes de tratar de determinar qué necesidades insatisfechas habrían desatado esas emociones y hacer una lluvia de ideas con sus parejas sobre posibles soluciones. La clave para la persona que experimenta esas emociones es adueñarse de ellas y no culpar a nadie por sus sentimientos, al mismo tiempo que es escuchada por otrx que lo hace sin juzgar.
Esto, junto con la postura poliamorosa de que las personas no son propiedad, incluyendo lxs hijxs, es lo que Gracie cree que ha fomentado la confianza y las líneas abiertas de comunicación entre ella y sus hijxs.
Ella afirma conocer muchos xadres poliamorosxs que no son tan desafiadxs por sus hijxs adolescentes. “No se sienten amenazados por alguien con sus propias necesidades y espacios individuales. No tienen una mentalidad posesiva sobre las personas que forman parte de su vida. Y lxs adolescentes, creo yo, realmente lo valoran”.
El “divorcio” amigable
Luego de cuatro años conviviendo, la novia de Hank, Valerie, decidió que quería un espacio privado para ellxs dos, así que se mudaron a unos pocos kilómetros de distancia.
Mientras muchxs podrían interpretar la mudanza como un fracaso, Gracie lo ve como lo mejor del mundo. Todavía considera a Frank como de la familia y a uno de lxs dos grandes amores de su vida. Se las arreglan para compartir la responsabilidad de xadres en muy buenos términos y está feliz de que ambxs hayan encontrado nuevas oportunidades en el amor erótico.
“El éxito en un matrimonio se mide según qué tanto te ayudó la otra persona a crecer y transformarte, no por cuánto tiempo se dura casadx o se mantiene la atracción sexual”, afirma Gracie.
Por último, agrega que sus hijxs sienten consuelo al saber que sus xadres biológicxs aún se aman, un sentimiento socialmente inaceptable de expresar para muchas parejas monógamas divorciadas.
Pueden encontrar el libro de Gracie, Wide Open, blog y videos en GracieX.com
http://polyamorydiaries.com/can-polyamory-make-you-a-better-parent-2/