Practico un psicoanálisis no hegemónico y desde una perspectiva de género.
Concibo al psicoanálisis como una práctica terapéutica que opera como respuesta a un exceso de malestar. Tal malestar (sufrimiento), es considerado en forma particular para cada caso, teniendo como premisa que se encuentra dentro de un contexto socio-histórico y en relación con los otros. De lo que se trata, es de comprender la red de discursos que sostienen los padecimientos, desarticular el sometimiento a éstos y establecerlo en términos distintos para crear un sentido novedoso.